Los
mismos amigos no te sirven para todo, ni les sirves a ellos para
todo. Elige
diversos tipos de amigos
para diferentes tipos de ambientes o situaciones, para cada concreta
acción o tarea. De este modo no les fuerzas a ubicarse donde no les
es grato, ni a hacer lo que no les agrada.
Sobre
todo conviene que la persona amiga sea acorde a la actividad que
piensas realizar con ella y al espíritu que subyace a la misma.
Que
vuestra compañía os beneficie y, si es posible, os deleite a ambos.
Del libro de Abu Francesc, Gozar la realidad. Manual de instrucciones.
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