LLAMAR A LOS PENSAMIENTOS





Un pensamiento solo viene cuando quieres que venga. Tu intención consciente y profunda es el grito de llamada. La tranquilidad y la despreocupación por su venida es la confianza en que el pensamiento llamado no te dejará en la estacada.
Ningún pensamiento te es inaccesible, solo tienes que escuchar con atención, y el gran espíritu te lo susurrará en el oído.
No obstante, sé prudente con los pensamientos que llamas, pues suelen aparecer las más de las veces.

Del libro de Abu Francesc, Gozar la realidad. Manual de instrucciones.


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