Insistes
en vivir en el mundo de tu experiencia, en la ilusión que
construyes y llamas mundo real. Esa ilusión la tomas por la realidad
y te adaptas a ella. Tus ojos se adaptan a las sobras y confunden las
tinieblas con las cosas y los seres reales.
Cuando
consigas trascenderla, ir más allá de tu creación, salir de la
envoltura cerrada en que la has envuelto y te has envuelto, sin
importar cuanto te haya costado hacerlo, te sentirás totalmente
perdido, desorientado. Tus ojos se acostumbraron a la oscuridad y
ahora la luz los deslumbra y ciega.
No
desesperes, el camino hacia la luz pasa por el reino de la
desorientación. En un primer momento la luz aturde a quienes vienen
de las penumbras.
Del libro de Abu Francesc, Gozar la realidad. Manual de instrucciones.
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